Tú, amigo lector, si te has detenido en esta pestaña buscando información sobre un Club Ciclista con pasado glorioso, de inicios en blanco y negro, con miembros que recuerden el ciclismo de antaño y gestas de rutas ciclistas con kilómetros sin final, te has equivocado de pestaña. Podría decirte que quizá en la pestaña de al lado encuentres eso, pero creo que tampoco. Y eso no quiere decir que no tengamos pasado glorioso, que lo tenemos. Y si no que se lo digan al restaurante que nos descubrió un miembro del Club en nuestra escapada al Valle de Tena: todo lo que hubo, todo se comió. ¡Y qué bien nos supo, oiga! También una cena cocinada en Soria por nuestro miembro más fuerte. Te diré que le dolió tanto el hachazo que nos pegaron por dos patatas bravas y tres rabas mal fritas que ni corto ni perezoso nos cocinó un solomillito de cerdo con arroz todo bien presentado. Y de postre: torrijas. Si esto no es un pasado glorioso que venga cualquiera de esos misiles en bicicleta a los que estorbamos por los caminos y nos lo diga. Y para muestra un botón: aquí tenemos al afrentado ciclista practicando un "all by myself", como en la canción.


Nuestro pasado tampoco es en blanco y negro, desde luego que no. Somos demasiado jóvenes para eso. Pero si hay un color que caracteriza nuestros inicios (y nuestros medios y finales también…) son aquellos que tienden al amarronado. Este tono no tiene nada que ver con lo añejo del recuerdo ni con fotos en sepia, nada de eso. Esta tonalidad está directamente relacionada con el color de la materia que todos tenemos en mente y que pensamos en ella cuando el terreno se complica. Tenemos básicamente de dos tipos: aquellos que se hacen aquello cuando el terreno pica hacia abajo pero que suben como los ángeles. Y aquellos que bajan como los ángeles pero que se hacen aquello cuando el terreno sube al cielo y encima sin ángeles. Aquí tenemos para todos los gustos.


Nadie, y digo nadie pertenece al ciclismo de antaño. Todos somos relativamente jóvenes, modernos, informados sobre las últimas tecnologías aplicadas a este deporte… De hecho si alguien recuerda a ese ciclismo no es por dejadez o cerrazón sino porque se acogen libremente a la corrienteVintage tan de moda últimamente. Sin ir más lejos en nuestro Club se fusionan tan a la perfección pasado y presente que podemos ver las últimas bicicletas 29er avanzando junto con laSúper Kona Lava Dome color moco acatarrado que cabalgara y cortara el viento allá por los 90. En este apartado no podemos dejar de mencionar a ese miembro cuyo alias es“le grimpeur” y que, al igual que el Lute, o camina o revienta y así puede ir completamente fundido subiendo un puerto, dando chepazos de desesperación, que el tío no saca el plato mediano ni aunque le corten las piernas. ¡Qué le vamos a hacer! El chaval se crió viendo a los Pericos y Fignones por la tele.
Pues más o menos este es nuestro maravilloso Club: un grupo de amigos que con el lema "piano piano, si va lontano" han conseguido acumular kilómetros de tiempo donde la bicicleta es la mejor de las excusas para estar una vez más porque ellos son hace mucho tiempo. Donde la charla en paralelo es la mejor de las tertulias y el paisaje el escenario de todos los aprendizajes. Un Club sin prisas porque aquí la vida no la tiene permitiéndote mirar, mirar cuanto quieras y el tiempo que quieras.
¡Y qué vengan muchos kilómetros más!
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